IDENTIDAD DE LA HOJA DE COCA
Por: Pascual Alejo Rettiz
Escribir sobre la hoja de coca, que afecta en lo político-social a Perú, Bolivia y Colombia, nos compromete a expresarnos correctamente ante las instituciones que promueven la erradicación total de la planta milenaria y ancestral.
Por: Pascual Alejo Rettiz
Escribir sobre la hoja de coca, que afecta en lo político-social a Perú, Bolivia y Colombia, nos compromete a expresarnos correctamente ante las instituciones que promueven la erradicación total de la planta milenaria y ancestral.
De acuerdo con investigaciones, la hoja de coca es un producto de gran importancia en nuestra cultura. Los pueblos primigenios utilizaban esta planta para sus ritos ceremoniales, medicinales y de nutrición de la población del Tahuaintinsuyo, antes de la invasión española.
En el siglo XX, la coca fue ‘satanizada’ y pasó a formar parte de las listas de sustancias controladas.
En Perú y Bolivia, los cocaleros están amparándose en ‘una identidad cultural y de orgullo nacional’ para resistir los intentos de erradicación, mientras que los traficantes explotan el tema en beneficio propio.
Me parece equivocado el reciente pedido de la ONU de abolir la práctica de masticar la hoja de coca, a sabiendas que existen estudios realizados y sustentados en la práctica que demuestran que la planta de coca no es cocaína, sino todo lo contrario - un alimento nutricional - religioso, es lícito y su consumo está permitido en Bolivia y Perú.
